
SECUELA DE ASALTANDO EL CORAZÓN.
Renesmee POV.
Miraba televisión en mi recámara cuando lo sentí entrar, no sé de donde había adquirido esa especie de radar para estar segura cuando él estaba cerca de mí.
Camino hacia la cama y se sentó a mi lado acariciando mis rizos. Cerre los ojos sintiendo paz cada vez que el reboloteba alrededor de mí.
-Tengo que confesarte algo Reneesme-mi corazón latia furiosamente.
Se acomodo frente a mí, y entralazo nuestros dedos. Una fuerte corriente me atraveso el cuerpo, temble un poco. Siempre pasaba esto y me resultaba completamente extraño.
-¿Tienes frío?-inquirió tocando mi brazo haciendome temblar nuevamente.
-Un poco- mentí desviando la mirada. -¿Cuál es la confesión?-pregunte tratando de no sonar ansiosa.
-Hummm...-murmuro con las mejillas encendidas.
Reí pues era muy raro verlo nervioso y sonrojado.
-Dilo- lo apresure moviendo mis cejas
-Ten...go novia- solto de repente y una sonrisa se extendió en su rostro. Solte sus manos con cuidado.
-¡OH!-fue lo único que pude decir.
El alma se me callo a los pies de una manera tan rápida que senti mi pecho oprimirse por el terrible dolor que me causaban sus palabras. Los ojos me picaban a causa de las lágrimas que amenazaban por salir, mientras tomaba la sabana aprentando mis dientes para no dejar caer ninguna.
-Y...¿Qué dices?- pregunto sonriendo.
-Felicidades- susurre con un nudo en la garganta y lo abrace ya con lágrimas cayendo por mis mejillas. Respire profundamente tratando de calmarme no quería que se diera cuenta, y mientras el reía de felicidad yo secaba mis lágrimas que me quemaban el corazón. No entendía mis celos irracionales.
-Soy tan feliz.-rió apretandome contra su pecho viril.
Me aparte cuidadosamente y bese su mejilla tratando parecer feliz por la noticia.
-Y esa cara de tonto- inquirió Damon entrando a la habitación.
-No tengo cara de tonto o ¿Si?- me miro alzando sus cejas.
-Un poco- logre pronunciar mientras me ponía de pie y arreglaba mi pantalón.
-Reneesme debes arreglarte saldremos está noche- casi grito mi gemelo bailando alrededor de mi cama.-Llama a Leola.- sus mejillas estaba sonrosadas.
Nahuel solto una sonora carcajada al verlo, y Damon le golpeo el hombro entre enojado y avergonzado. No pude evitar reírme ya era hora de que mi hermanito le confesara sus sentimientos a mi mejor amiga, que por cierto estaba enamorada de él.
-OK.- tome mi celular de la mesilla de noche y le marque remarcando cuidadosamente que el organizador de la salida había sido Damon, apenas escucho su nombre me colgo para irse a arreglar.-Ya esta- le avise.
-Bueno hermanos vistanse con su mejor atuendo árabe porque vamos a bailar en una nueva disco- salió de mi recamara junto a Nahuel bailando como loco, parecía una serpiente.
Me tire en la cama dejando que las lágrimas se deslizaran por mis mejillas. Y caí en un profundo sueño. Desperte a eso de las siete tome una ducha y me vesti con un top pegado al cuerpo igual que mi pantalón sandalias altas, y el manto árabe que me había comprado la tía Rose, sujetado en mi cintura. Tome otro para colocarlo en mi cabeza al llegar a la discoteca.
-¿Lista?-inquirió Damon desde la puerta. Estaba guapisimo con un pantalón negro y una camisa en forma de túnica.
-Sí- respondí tomando mi bolso.- Vamos a bailar la danza del vientre- trate de sonar animada.
Bajamos y nos encontramos a mamá que correteaba a los pequeños de tres años Damien y Hakim quienes gritaban detrás de su mascota, un chiguagua llamado bindy.
-Mis amores...-susurro mamá atrapando al pequeño Damien- ¿A dónde van?-pregunto con una sonrisa.
-A una disco árabe-respondió Damon tomando a Hakim quien daba vueltas alrededor de él.
La puerta de la biblioteca se abrió y por ella salió el hombre más guapo del mundo o sea mi padre. Mamá lo miro con ojos soñadores, esa mirada que siempre había estado allí a lo largo de los años. Su amor era tan profundo que se sentía en el aire, él le devolvío la misma mirada.
-Bella... Hijos- nos saludo y mis hermanos se escaparon para ir a abrazarlo.
-Hola papá-lo saludamos mi gemelo y yo al mismo tiempo.
-Con que de fiesta- dijo pareciendo enojado.
Mi madre le palmeo el hombro.-Ya son mayores de edad Edward- advirtio cariñosamente guiñandonos un ojo.
-Muy cierto ma...-Damon empezo a aplaudir y a girar bailando alrededor de ella quien se carcajeaba, por su parte mi padre no pudo evitar reír. Mi hermano era tan bromista como el tío Emmet.
-Vamonos-apresure al nuevo bailarín de la familia.-Hasta luego- bese a mis padres y salimos rumbo al carro de mi hermano.
Pasamos a buscar a Leola quien estaba super emocionada y no paro de parlotear en todo el camino, acompañada de mi hermano que estaba emocionadisimo.
La noche iba a ser muy larga . . .
La famosa discoteca árabe, después de todo era bonita y muy acogedora estaba abarrotada, las personas se veían animadas. Hummm...tenía un buen ambiente.
Pedimos una mesa de seis personas, ya que Nahuel vendría con su "Noviecita". Leola noto mi molestia pero la convenci argumentando que estaba de mal humor.
-Buenas Noches- chillo alguien gire mi rostro para encontrarme a una rubia oxidada de cuerpo despampanante del brazo de mi hermano sonreía como tonta quiza ya sabía que se saco la lotería siendo novia de un Cullen.
-Hola-saludaron Leola y Damon.
-Un gusto-volvío a chillar la rubiecita.
-Rennesme- llamo mi hermano sacudiendo su mano frente a mis ojos- ¿estás dormida?- rió entre dientes.
-Eso creo- respondí volviendo a ignorarlo.
-Mucho gusto Rennesme he oído hablar maravillas de ti- me ofrecio su mano- Mi nombre es Ellie espero poder llevarme bien contigo- sus palabras y su rostro mostraban una sinceridad tan pura que no dude en apretar su mano. Encima de todo la rubiecita era la chica perfecta.
-Yo también lo espero- mostro una sonrisa en contra de mi voluntad.
-Sientense.-ofreció Leola con una sonrisa- El animador dijo que muy pronto empezara la función.
-Los árabes tienen una cultura asombrosa- susurro Nahuel maravillando.
-Cierto-coincido Damon-Su comida, música y bailes son únicos. Y sobre todo-casi gritó- Sus mujeres aunque un poco tapadas son muy hermosas.
La sonrisa de Leola se borro al escucharlo y sólo fue para que me carcajeara esos tontos tenían que declararse pronto o tendría que darles un pequeño empujoncito.
-Miren-indico Ellie- Parece que ya va dar inicio el show.
Pasaron unos cinco minutos y en el escenario aparecieron unas bailarinas, al principio cubiertas por sus mantos, pero poco a poco dejando ver el bellisimo vestido de la danza del vientre.
Los tambores retumbaron, y las personas salieron a bailar. Damon y Leola estaban danzando mientras una de las bailarinas hacia movimientos de cadera a su alrededor que mi amiga trataba de imitar.
-Te importa si te dejamos sola-susurro preocupado Nahuel sosteniendo la mano de Ellie quien se veía apenada.
Negue con la cabeza mostrándole una sonrisa sincera para tranquilizarlo.
Una nueva canción sono y muchas personas más se aglomeraron para danzar. Me entraron unas ganas enormes de hacer pipi y casi corri tropezando con algunas personas para llegar al baño.
Al salir de este con lo concurrido que estaba el lugar sentí una calor insoportable y me dirigi a la barra.
-Una piña coloda sin alcohol por favor- pedí al chico quien con una coqueta sonrisa fue a prepararla.
-Aqui tienes linda-me la entrego.-La casa invita.
-Gracias-susurre tomándomela de un trago alze mi mano en señal de despedida.
Camine hacia la mesa. En el trayecto un chico ya pasadísimo de copas no me dejaba pasar.
-Estás preciosa que tal si nos vamos a dar una vuelta-dijo tomándome de la cintura. Trate de zafarme pero era mucho más fuerte que yo.
-Suélteme- le exigi roja de rabia.
-Amor...-susurro una voz ardiente.-¿Sucede algo?-inquirió.
-No...-respondí y el chico solto mi cintura mirando perplejo a quien se encontraba tras de mí.
-Lo siento-balbuceo miedoso y salió disparado.
Mi salvador apreto mis caderas con sus grandes manos y un escalofrío recorrio mi espina dorsal, y porque no decirlo fue un latigazo que prendio mi cuerpo entero.-Bailemos querida-susurro muy cerca de mi oído.
Ya en el centro de la pista sin todavía ver su rostro, pero dejandome llevar por los impulsos o quizá por el imán que provocaba su cuerpo junto al mío, comenze a bailar moviendo mis caderas presionando nuestros cuerpos cada vez más, sus manos seguían sosteniendo mis caderas con poseción realice un movimiento sensual y gire inclinando mi espalda balanzeando mis caderas, utilizando el manto todavía sin ver su rostro. Realizando el baile sólo para aquel desconocido que tenía su mirada en mí.
Poco a poco se acerco a mí danzando como todo un profesional tomo mi manto y lo coloco entre nuestros rostros sin vernos, estaba deseperada y girando moviendo más mis caderas tire el manto al suelo y pude verlo.
Su piel morena-rojiza resaltaba sus facciones de niño pequeño, pero con una belleza varonil absoluta. Vestía un sueter negro con unos jeans ajustados que dejaban ver su hermoso cuerpo y su gran tamaño. Debía tener unos veinticinco años y era el hombre más hermoso, ardiente e interesante que jamás había conocido.
Deje de mirarlo y segui bailando hasta que al fin la canción termino. Se agacho con una elegancia increible para su tamaño y me entrego el manto sonriendo, no hice más que derretirme al admirar esa sonrisa tan sincera y esos dientes blancos tan perfectos contrastados con su piel rojiza y su hermoso cabello negro azabache.
Iba a preguntarle su nombre y sobre todo agradecerle haberme salvado pero parecio adivinarlo.
-Jacob Black-extendio su mano.-De nada.-rió y su risa fue música para mis oídos.
-Gracias.....Rennesmee Cullen-aprete su mano al tiempo que besaba su mejilla, me teñi de varias tonalidades de rojo al darme cuenta de lo que hacía.
-Debes tener más cuidado Princesa las barras de las discotecas casi siempre están llenas de borrachos impertinentes-me aconsejo.
-¿Princesa?-inquiri .
-Tu nombre es un travalenguas...-se rasco la frente frunciendo sus labios-Princesa te hace honor.
-Bonito...-Sonreí ese hombre si que era especial, no podía dejar de mirarlo y entre más lo miraba más interesante me parecía.
-Como tú-susurro.
Mi rostro debía parecer un poema, puesto que estaba asombrada por la sensualidad que desprendía aquel hombre.
-¿Tomas una limonada?-pregunto señalando una mesa.
Asentí.
Como todo un caballero me ayudo a tomar asiento y en un chasquido un mesero no estaba atendiendo, pedimos una limonada para mí y una soda para él.
-Es asombroso este lugar-comente para hacerle un poco de conversación quería saber todo de él.
¿Qué demonios me pasa?
Te gusta... jiji-rió la odiosa de mi conciencia.
¡Cállate!
-Me alegro-sonrió- Inverti muchos meses en este lugar.
-Eh...-tartamude asombrada-No entiendo. ¿Eres el propietario?
Asintió.
-¡OH! te felicito es demasiado de lindo y acogedor.-no supe que decir.
-Gracias...Creo que valio la pena todo el esfuezo.
Mientras el mesero colocaba nuestras bebidas. Jacob entrecerro los ojos amenazante mirando por encima de mi hombro.
-Te estabamos buscando Rennesme-hablo Nahuel.
-Pues aquí estoy-Sonreí tratando de alibianar el ambiente.
-Y usted es....-inquirió mi hermano con voz dura.
-Jacob Black-se presento estrechando su mano, se las aprentaron con fuerza por más tiempo de lo necesario mirandose como dos jaguares a punto de pelear.
-Nahuel Cullen-dijo mi hermano.
-Mi hermano...-susurre. Jacob sonrió con superioridad.
-Vámonos- me apresuro Nahuel. Estaba loco o qué.
-No- casi grite poniéndome de pie para encararlo que se creía.- Ire ahora- le de una mirada dura- Estoy hablando con Jacob.
-OK.-escupió entre dientes y se fue casi echando humo.
-Lo siento...No sé que le sucede, me cuida demasiado-trate de justificar su comportamiento sumamente apenada.
-No importa princesa-susurro deslizando sus dedos por mis mejillas.-Lo entiendo eres tan hermosa que dan ganas de encerrarte y no dejar que nadie más te vea-. Instintivamente me acerque un poco, inclino su cabeza y beso mi frente.
Su llamada me había tomado por sorpresa unos días antes, luego de aquella maravillosa noche no podía dejar de pensar en ese hombre tan imponente. Me estaba volviendo completamente loca, ya que hasta sueños humedos había tenido con él.
-¡AHHHHH!-gritó la escandalosa de Leola- ¡Santo Cielo! Así que resulto ser el dueño de la discoteca- comenzo a saltar como loca en mi cama.- Debes buscar tus mejores trapos amiga, como me lo describes ese hombre es hermoso y tienes que ir por él.- me apunto con su dedo índice.
-Lo es...No puedo expresar su belleza con palabras-logre pronunciar cada vez que recordaba su voz, su aliento, su calor; mi piel ardía en llamas..., y hasta me costaba hablar.
Luego de pasar aproximadamente dos horas sacando ropa para ver que me quedaba bien. Opte por un vestido hasta las rodillas straple cbubierto de puntos negrso a la altura de los senos y al final de él mismo, diseño exclusivo de mi tía Alice..., un bolso de mano y mis rizos recogidos en una coleta cofección de mi mejor amiga.
El restaurante al que me invitó para mi total asombro resulto estar cerrado, pensando que me habría equivocado de sucursal regrese a mi auto, pero antes de entrar un camarero me indico que pasará.
-El señor la está esperando señorita- anunció tomando mi abrigo e indicandome el camino.
Parado en el centro del aquel fino restaurante con un traje negro hecho a su medida se encontraba Jacob Black, al verme hizo una reverencia propia de todo un caballero y sonrió.
Mi mundo entero se detuvo con aquella sonrisa, allí en ese instante lo supe. Ese hombre sacaba cosas que jamás con nadie había sentido, no era yo al tenerlo cerca, le pertenecía. Estaba completamente segura que lo que él me pidiera se lo daría.
-Buenas noches princesa- saludó besando mi mejilla.
-Buenas noches- logre pronunciar su olor una mezcla exquisita de fragancia masculina combinada con su olor me desquiciaba.-¿Cómo has estado?-pregunte sentándome.
-Ahora que te veo a ti, maravillosamente- respondió sentándose frente a mí.
El rubor cubrio mis mejillas.
-¿Y a qué se debió la invitación?-inquirí.
-Necesitaba verte para hacerte una propuesta- respondió entrelazando nuestros dedos.
Empece a hiperventilar algo me decía que lo que venía a continuación cambiaría mi vida para siempre.
-¿De qué se trata?.
-Deseo que me acompañes a vacacionar a una isla que pertenece a mi familia.
-Pero Jacob...apenas nos acabamos de conocer, no crees que es muy pronto.
-Por lo mismo princesa necesito saber todo de ti.-besó mi mano.-Por favor no me rechases-pidió acarciando mi brazo.
Segura de que un hombre como él no rogaba como lo estaba haciendo, toda mi racionalidad se esfumo.
-Quiero conocerte Rennesme, no sé que me sucede contigo pero te necesito tan desesperandamente.
-No sé que decir...
-Sólo dime que aceptaras acompañarme en este viaje.
Completamente asombrada por la intensidad de sus palabras me quede sin habla.
Entonces......Date prisa él espera una respuesta y no haces más que mirarlo como si tuviera tres cabezas.
No sé que decir.
Ya lo dijiste paraces lora
¿Qué hago?
Pues otra oportunidad como está no se volvera a presentar....Vamos admitelo ese hombre te fascina, por no decir que estoy casi segura que ya estás irrebocablemete enamorada de él.
-Acepto.
Al diablo con la universidad ella podía esperar después de todo no se iría caminando.
-No sabes lo que significa esto para mí princesa- susurro poniendóse de pie tomandome en brazos y besando con ternura infinita mi cuello.
-Puedes llevarme al fin del mundo si deseas Jacob Black.- susurre acariciendo sus hombros.
Su sonrisa me cego e inclinando su cabeza poso sus labios sobre los míos. Lo que empezo con un beso lento un simple rose de labios, se convirtio en un fuego ardiente que recorría cada célula de mi cuerpo delinio mi labio inferior subsionandolo, abri mi boca su lengua traspaso explorando mi boca con deseo y empezo una batalla campal demostrandonos nuestro ardor, cuando el aire fue una verdadera necesidad nos separamos sonriedo dulcemente.
-No sé que me has hecho princesa...-susurro agitado- Sólo estoy seguro de una cosa serás solo mía.
Su tono posesivo me encanto, aunque algo muy dentro de mí dio una señal de alarma pero lo ignore, pues el momento era demasiado magico como para pensar tonterías.
Hola..!!
ResponderEliminarPues suena prometedora
tu historia.. realmente
me gusta.. e leido la de
"asaltando el corazón"..
Espero que a Rennesme le
vaya igual de bien que a
Bella y que no la dañe
Jacob.. y sea su amor
platonico..
Pero recuerdo que Jacob
también quizo a Bella..
siento que es su hijo??
o me equivoco..
Es mi unica duda..
Actualiza pronto.. please
ya quiero saber que pasa
con ellos..
Bye..
Que estes bien..
-/*-B.y.C-*/-