¿Quién soy?

Hola.........
¿Qué decir?.........
Hummm... Bueno empezare como siempre...
Mi nombre es Luissy
Tengo 18 años
Soy orgullosamente de mi hermoso país Panamá
Adoro la saga twilight
Mi chico ideal es Edward Cullen, tengo la esperanza de encontrar uno parecido a él, ya que sé que no hay dos como él.
Amo escribir... Espero ser escritora, pero antes si Dios me lo permite estudiare Mecánica de Aviación. (Dios quiera pronto), pero por ahora estudió Lic. en Matemáticas.
Mis fics se basan en loqueras que se me ocurren de pronto y quiero plasmarlas...
Dos son de la mafia....Jajajaja....No sé ¿Por qué? pero adoro escribir de la mafia.
Una noche de San Valentín es más triste... :( Y uno que prontísimo subiré es más malévolo, pues nuestro Edward será un malvado.... :s
Mis libros favoritos: Raios! son tantos que tendría que hacer una larga lista...
Mis autores favoritos: Son muchos pero los que adoro con el alma son; Paulo Coelho, Lucy Monroe, L.J. Smith, Megan Cabot, Lynne Graham, Stephenie Meyer, Gabriel García Márquez, Anne Rice...¡UF! entre otros.........
Mis películas favoritas: Allí si soy muy selectiva pues son pocas las que me convencen. Bueno mis super favoritas son; Titanic, Twilight, Si tuviera 30, Corazón de Tinta, Troya, El Señor de los anillos.
Mis series favoritas: Grey's Anatomy, Smallville, Los caballeros las prefieren brutas, Dr. House y La ley y el orden: Unidad de víctimas especiales.
La música...Hummm.... Escucho de todo un poco....

Las cosas que amo con todo mi corazón: A Dios sobre toda las cosas, a mi Madre( La adoro y ella es mi inspiración), a mi familia, amigos....Amo la vida, reír, llorar, gritar, cantar,bailar, escribir, compartir, molestar y sobre todo poder ayudar a alguien cuando lo necesita.
Tengo tantos sueños y espero poder alcanzarlos todos con la ayuda de Dios....
Creo que hay que disfrutar la vida porque lamentablemente no somos inmortales como los vampiros...Sólo es una y hay que vividla al máximo...
Lu393..............


miércoles, 28 de julio de 2010

""Avance"" ---->Secuela Asaltando El Corazón


"Mi cabeza estaba llena de mil revoluciones, aún no podía aceptar que no confiara en mí"


-Deberías irte-susurró demostrando así su mal carácter.
-No lo creo -dijo esbozando una sonrisa.
-No me has oído- gritó fuera de sí caminando hacia donde se encontraba.
-Cálmate amor-le pedí asustada tratando de que reaccionara y fuera un poco más tolerante.
Al oír mi voz se detuvo en medio camino y clavo sus negros ojos azabaches sobre los míos.
El odio que vi en sus ojos era tan inmenso que me pareció increíble que una persona como él lo pudiera albergar.

Secuela de Asaltando el Corazón--Capítulo 2--"El Principio"


Los personajes pertenecen a S.M. y algunos los he inventado, la historia es de mi absoluta autoría.

Capítulo 2.
El Principio

William Blake.

1. Trajes, Jeans, Camisas, Vestidos de baño....Listo
2. Lentes, sombreros, sandalias....Listo
3. Pasaporte....Listo
4. Neceser de aseo.....Listo
5. Lencería.... ¿?
¿Por qué rayos compré lencería?
No te hagas, tú sabes la respuesta
Bueno...
Te entiendo quieres impresionarlo
A lo mejor no ocurre nada
Jajajajaja... Claro que tiene que ocurrir
Es muy pronto
Para los hombres nunca es muy pronto
Él es diferente
Si tú lo dices.

-Hablando sola- susurraron desde la puerta.
-Eso creo mamá. Sonreí y me senté al borde de mi cama.
-¿A dónde vas?-preguntó entrando a la habitación y dándole una palmadita a mi maleta.
-Eh....-Era una mala mentirosa igual o peor que mamá así que con todo mi autocontrol y con voz fría tuve que mentir.- Unos amigos de la universidad van a un seminario y me pidieron que los acompañara.
-Hummm.....-murmuro mi bella madre preocupada.- ¿Estarás bien?-inquirió frunciendo el ceño.
-Claro que sí- le asegure con convicción.-Lo malo es que será por un mes.
-Después que no afecte tus estudios, cuentas con mi apoyo- me acaricio las mejillas.
Asentí temiendo decirle el verdadero motivo del viaje.
-¿Cuándo viajan?
-Mañana
-Es muy pronto. Frunció el ceño nuevamente, pero ahora como lo hacia cada vez que analizaba las cosas.- A tu padre no le va a parecer, pero se debe acostumbrar.-diciendo esto beso mi frente y salió de mi recámara.

El día pasó volando. La cena fue temprana y muy amena donde la invitada de honor fue Ellie, a quien por primera vez agradecí su presencia, ya que así evite la mayoría de las preguntas respecto a mi viaje de la "Universidad".

Cuando me dirigía hacia mi recámara oí la voz de Ellie llamándome, detuve mi andar y me volteé haber que se le ofrecía.

-Podemos hablar. Pidió incomoda.
-Claro- Sonreí.-Sígueme.
Camine directo a mi habitación preguntándome el por qué de tanta insistencia de parte de Ellie.
-Siéntate. Ofrecí señalando un sillón en forma de zapato que estaba a un costado de mi cama.
-Quiero ser directa y espero no parecer metiche pero es por tu bien.
-Adelante.
-Sé que el viaje de la universidad es mentira.
-Lo es. Le confirme no entendía a donde quería llegar con esto.
-Renesmee no tengo ningún derecho a meterme en tu vida.- Se levanto apretando las manos nerviosa.-Pero no deberías ir.
-¿Por qué?-inquirí tratando de entender su nerviosismo.
-Tú no lo conoces.
La mire con los ojos muy abiertos. ¿Cómo demonios lo sabía todo? Y quién se creía ella para venir a decirme que no fuera.
-No soy nadie para decirte esto. Pero no cometas un error de cual a la larga puedes arrepentirte. Hazlo por tu familia.
-¿Qué ganas con decirme todo esto Ellie?
-Nada sólo quiero hacerte ver el error que estás a punto de cometer- respondió saliendo de mi recámara.

Las palabras de Ellie no dejaban de darme vueltas. Sabía lo mucho que confiaban mis padres en mí y ahora que ella me lo recalcaba no pude evitar sentirme una traidora y mala hija.

Di vueltas por más de una hora alrededor de mi recámara buscando una solución sin afectar mi relación con mis padres o con Jacob. Cuando por fin tome una decisión no estaba segura como lo tomaría pero me parecía lo más lógico para seguir.

Rebusque entre mis cosas desesperada cuando al fin encontré mi celular. Apreté las teclas con los nervios a flor de piel pero cuando quise terminar la llamada atendieron.

-Buenas Noches.
-Jacob-susurre nerviosa y apretando tanto el celular que temí que se rompiera.
-Princesa... ¿Sucede algo? Pareces un poco alterada. -su voz cálida sonó preocupada.
Me imagine que mi tono de voz me estaba delatando. Mil veces maldita sea, no sabía como demonios abordar el tema.
-No sucede nada-carraspeé-Bueno en realidad sí...
-Por favor dime me preocupas.
-No puedo viajar contigo Jacob- solté de una.
En silencio que siguió a continuación fue tan incómodo que estuve apunto de colgar pensando que él había terminado la llamada.
-A qué se debe ese repentino cambio de planes.-su voz sonó tan dolida que lágrimas de impotencia recorrieron mis mejillas.
-Yo....-susurre y ahogue un sollozo.
-¿Por qué mejor nos vemos en mi departamento princesa?-inquirió con el mismo tono de voz que me partía el alma.
-Este bien-logre responder sentándome en mi cama porque las piernas me fallaban.
-Enviare a mi chofer a buscarte. Te recogerá en veinte minutos.- Término la llamada antes de que pudiera decirle que estaba de acuerdo con que mandara a alguien a recogerme.

Su indiferencia me afecto tanto que me di cuenta repentinamente que mis sentimientos hacia él eran demasiados profundos, tanto así, que me sentía aterrada que esto tuviera un fin sin ni tan siquiera haber tenido un principio.

Seque mis lágrimas tome mi bolso y baje las escaleras casi corriendo. Por suerte no me encontré a nadie en el camino hacia la salida. Espere impaciente el coche, cuando llego no espere a que el chofer se bajara y abriera mi puerta entre rápidamente y le exigí con delicadeza que me llevara donde se encontraba Jacob.

Los quince minutos que tardamos en llegar a donde se encontraba él fueron infernales.... No sabía como excusarme, pues todo lo que lograba plantearme me parecía infantil y con cabos sueltos. ¿Cómo explicarle a un hombre que me hacía sentir así, que mi padre era parte de la mafia y qué si se enteraba que me iba a vacacionar con él sin su consentimiento sería capaz de cometer una locura?

Rayos porqué existen los papás celosos como Edward Cullen.

Al bajar del auto, él chofer me condujo al ascensor de un majestuoso edificio ubicado por lo que pude observar a las afueras de la ciudad. Llegamos al ático, él chofer me indico la única puerta del piso y se retiro deprisa.

Espere unos segundos para calmar mi respiración y cuando mi dedo casi oprimía el timbre la puerta se abrió mostrando a Jacob.

Me quede sin habla. Vi esos ojos negros, que me llaman a sumergirme en ellos y que su delicioso calor me arrullaba de forma dulce y cálida. Perdí la noción del tiempo y cuando recupere el sentido me vi envuelta en sus brazos llorando silenciosamente, mientras el susurraba a mi oído palabras tiernas.

Ya un poco más calmada me atreví a mirarlo nuevamente a los ojos los cuales desbordaban cariño y comprensión. Estaba tan terriblemente asustada, que creí comprender el amor que se profesaban mis padres, pero jamás imagine que algo así me tocaría a mi y de una manera tan profunda, ya que me conformaba con saber que le gustaba y no que me amaba tenía tanto miedo de no poder escuchar un te amo de su parte que trataba de reprimir los míos.

-Y bien- dijo Jacob tomando mi rostro entre sus manos obligándome a mirarlo.- ¿Qué ha pasado para que este así?
-No puedo viajar contigo-le respondí desviando mis ojos a un cuadro que se hallaba a un costado del pequeño bar.
-Claro que puedes cariño- acarició mi cabello-Sólo tienes que enfrentar lo que te está reteniendo.
-No puedo-susurre con un nudo en la garganta- Mis padres no se merecen que les mienta.
-¿Les has mentido respecto al viaje?
-Sí les dije que sería de la universidad.
Soltó una carcajada. Su tono de humor estaba fuera de lugar por lo que me levante enfurruñada y me aleje de él.
-Lo siento-susurro posando sus manos en mi cintura atrayéndome hacía él. Deje caer mi cabeza en su pecho.-Si deseas puedo presentarme en tu casa y hablar con tus padres.
-No-casi grite tratando de salir de la cárcel sus brazos, pero su agarre se hizo más fuerte.-Mi padre te mataría si llegues pidiéndole opinión para llevarse a su hija a viajar.
-Hummm.....No lo creo princesa-esbozo una sonrisa satisfecha.-Entonces, ¿Qué aremos? no pienso irme a ninguna parte sin ti.
-Creo que la única opción que tengo es hablar con mi madre-gemí suavemente cuando mordió mi hombro.-Ella lo sabrá entender, y de esa forma no me sentiré tan mal.
-Eres muy sensible cariño-lo dijo de tal manera como si eso le resultará entretenido.
-¿Y eso importa?-inquirí.
-No...Creo que ello te hace más hermosa.-su respuesta esfumo el mal pensamiento que había tenido al respecto.
-Si todo sale como espero, creo que podremos irnos cuando te plazca.
-Crees que mañana podamos partir.
-¡OH! sí, pero debo irme inmediatamente antes de que mi madre se duerma.-reí-Mis hermanos tienen baterías recargables y le dan mucho trabajo a la pobre.
-Debe ser de locos tener nueve hijos- dijo aparentando estar espantado.
Sonreí.
-Lo es. Mamá nació con ese don no se como se la arregla entre los cuatrillizos y los gemelos, a parte de llevar las librerías alrededor del país.-mi madre era todo una heroína como decía papá.
-Definitivamente tiene un don-beso mis mejillas-Me fascinaría conocerla.
-Pronto...-prometí con fervor.-Ahora debo irme.
-Te dejare ir porque sé que mañana estarás en mis brazos.- Me apretó contra su pecho inhalando el olor que desprendía mi cabello, bese su pecho acariciando su espalda.-Mi preciosa Renesmee.
Sí su Renesmee, porque al oírlo lo vi claramente era suya contra todo y esto que me hacia sentir, nada jamás podría superarlo.
-Vamos-tomo mi mano conduciéndome a la puerta.
-Corazón-me sorprendí pronunciando esa palabra.-No es necesario que me lleves, tu chofer está abajo esperando.
Beso mis labios pasando su lengua caliente por mi labio superior e inferior. Aferre mis manos a su cuello para sostenerme pues mis piernas me fallaban cada vez que me besaba.

Me acompaño hasta el auto dándome otro beso que me dejo sin aliento y prometiéndome llamarme al alba para confirmar la hora en que nos reuniríamos.

En casa me dirigí a la recámara de mis padres, sabía que papá estaba en una reunión de la organización quien sabe planeando que. Abrí la puerta y escuche como caía el agua de la ducha por lo que me senté en la cama.

-Mi niña ya regresaste.-dijo mamá buscando una pijama en el armario.-Te ocurre algo ¿Cierto?
Asentí.
-Cuéntame a ver que pasa-pidió sentándose a mi lado.
-Lo del viaje de la universidad sólo fue una excusa mamá-su mirada no reflejaba nada.-Mentí, en realidad voy a pasar un mes con un hombre.
-Renesmee-casi gritó mi madre tapándose la boca.- ¡Dios mío! ¿Por qué no me lo habías contado? No confías en mí- susurro dolida.
Tome sus manos apretándolas fuerte.
-No mami tenía miedo de que te enojaras, irme así no es precisamente el ejemplo que me has dado.
-¿Quién es él?
-Es maravilloso mamá y muy buena persona.-suspire recordándolo.-Lo conocí aquella noche que fuimos a la discoteca árabe, precisamente es de él.-alzo una ceja.-Es un poco mayor que yo tiene veinticinco años, es adorable...Sé que te encantará.
-Deberías traerlo a casa.
-Mamá-protesté haciendo un puchero como la tía Alice- Sabes que mi padre le dispararía al traspasar la puerta.
Nos reímos de mi ocurrencia.
-Hablas como una chica enamora.-dijo seria mirándome a los ojos.
Sentí mis mejillas arder y supo que estaba perdida para mi madre todos sus hijos éramos como un libro abierto.
-Lo estás-aseguro sonriendo.-Cuentas con mi apoyo, sé perfectamente que no quieres que nadie más se entere.
Moví la cabeza afirmativamente.
-Tranquila sabes que no se lo diré a nadie. Sólo te pido que te cuides y si ocurre algo no dudes en llamarme estaré allí tan rápido como cuando aprietas el gatillo de una pistola y sale el tiro- rió escandalosamente.
-Lo mafiosa lo llevas en la sangre- acuse bromeando.
-Por supuesto querida.-palmeo mi mejilla cariñosamente-Te amo hija...Cuídate mucho y llámame para saber que estás bien.-pidió con voz dulce.
-Te llamare-prometí besando su mejilla y saliendo de su recámara.

El reloj despertador hizo su trabajo muy temprano. Salí de la cama todavía medio dormida, tome una relajante ducha me vestí con unos pantalones negros a juego con un saco y una camiseta blanca. Termine de arreglar algunas cosas en mi maleta y baje a preparar algo de desayuno. Ya que nadie había despertado aún tome el teléfono y le marque a Jacob, quien me informo que en dos horas salíamos hacia la isla.

Lysander, Nico y Molly fueron los primeros en despertar prepare fruta, cereal y un poco de jugo de naranja para ellos, mientras los besaba y halaba sus mejillas, puesto que los extrañaría horrores. El comedor se fue llenando ahora con la presencia de mamá, Damien, Hakim, Tallie, Damon y papá quien se levanto con el pie izquierdo, puesto que ni me miraba.

Abrase y besé a todos antes de pedirle al chofer que me llevará al aeropuerto. El chofer de Jacob me esperaba junto con dos sonrientes aeromoza y me condujeron a una parte privada, el jet era simplemente fantástico. Un chico quien parecía el copiloto me esperaba a la altura de las escaleras, bajo al verme y me ayudo a subir mientras se presentaba.

Quede impresionada con el interior del jet era demasiado lujoso. Las aeromozas me ofrecieron un coctel riquísimo y me informaron que Jacob se reuniría conmigo en unos minutos, ya que estaba en la cabina charlando con el piloto.

Degustaba un riquísimo bocadillo cuando me estremecí ante el contacto de esas manos tan conocidas.

-Espero que todo sea de tu agrado princesa.
-Lo es- gire y acaricie sus labios con los míos.
Caroline una de las aeromozas carraspeo visiblemente apenada.
-Disculpen mi interrupción, pero el piloto me acaba de informar que despegaremos en cinco minutos. Les agradecería que se colocaran sus cinturones.
Ambos asentimos y nos sentamos en los sillones de cuero.

Cinco horas aproximadamente duro el viaje. Reímos, cante para él e intercambiamos opiniones sobre nuestros libros, películas, operas y obras favoritas. Cada segundo que pasaba junto a él era tan especial que no sabía donde cabía tanto amor.

Un calor abrasador invadió cada poro de mi piel al bajar del jet. La primera vista me pareció increíble y el recorrido hacia la casa me permitió ver la belleza exótica de la isla.
Sencilla pero realmente bella era la casa de Jacob rodeada por muros inmensos la parte trasera daba una bellísima playa privada sólo para nosotros como había pronunciado él.

-Si deseas puedes ir a tu recámara a arreglar tus cosas-dijo apretándome contradiciendo sus palabras.-Sólo déjame abrazarte un poquito más.
-Un poquitín más.-bromeé besando su barbilla.
-Cenaremos en el restaurante de mi amigo Paúl es el mejor de la zona.
-Me parece perfecto. Mordisque su mentón, mientras enredaba mis dedos en su cabello. Su piel era salada tan ardiente que de tan solo pensarlo sentía una cascada entre las piernas.

Un carraspeo nos sorprendió, era Santiago quien en conjunto con su mujer se encargaba de la casa.
-Mis disculpas- se excusó- Jacob alguien te busca.
-Hazlo pasar.-Ordenó con ese aire imponente tan característico de él, acaricie una pequeña arruguita que se formo en su entrecejo.
-Enseguida.-dijo Santiago saliendo de la sala.

Unos pasos se escucharon desde el vestíbulo. Me gire todavía entre sus brazos, para ver de quien se trataba y fue cuando estuvo al frente de mí.

domingo, 25 de julio de 2010

Asaltando El Corazón---"Secuela"---


SECUELA DE ASALTANDO EL CORAZÓN.

Renesmee POV.

Miraba televisión en mi recámara cuando lo sentí entrar, no sé de donde había adquirido esa especie de radar para estar segura cuando él estaba cerca de mí.

Camino hacia la cama y se sentó a mi lado acariciando mis rizos. Cerre los ojos sintiendo paz cada vez que el reboloteba alrededor de mí.

-Tengo que confesarte algo Reneesme-mi corazón latia furiosamente.
Se acomodo frente a mí, y entralazo nuestros dedos. Una fuerte corriente me atraveso el cuerpo, temble un poco. Siempre pasaba esto y me resultaba completamente extraño.
-¿Tienes frío?-inquirió tocando mi brazo haciendome temblar nuevamente.
-Un poco- mentí desviando la mirada. -¿Cuál es la confesión?-pregunte tratando de no sonar ansiosa.
-Hummm...-murmuro con las mejillas encendidas.
Reí pues era muy raro verlo nervioso y sonrojado.
-Dilo- lo apresure moviendo mis cejas
-Ten...go novia- solto de repente y una sonrisa se extendió en su rostro. Solte sus manos con cuidado.
-¡OH!-fue lo único que pude decir.
El alma se me callo a los pies de una manera tan rápida que senti mi pecho oprimirse por el terrible dolor que me causaban sus palabras. Los ojos me picaban a causa de las lágrimas que amenazaban por salir, mientras tomaba la sabana aprentando mis dientes para no dejar caer ninguna.
-Y...¿Qué dices?- pregunto sonriendo.
-Felicidades- susurre con un nudo en la garganta y lo abrace ya con lágrimas cayendo por mis mejillas. Respire profundamente tratando de calmarme no quería que se diera cuenta, y mientras el reía de felicidad yo secaba mis lágrimas que me quemaban el corazón. No entendía mis celos irracionales.
-Soy tan feliz.-rió apretandome contra su pecho viril.
Me aparte cuidadosamente y bese su mejilla tratando parecer feliz por la noticia.
-Y esa cara de tonto- inquirió Damon entrando a la habitación.
-No tengo cara de tonto o ¿Si?- me miro alzando sus cejas.
-Un poco- logre pronunciar mientras me ponía de pie y arreglaba mi pantalón.
-Reneesme debes arreglarte saldremos está noche- casi grito mi gemelo bailando alrededor de mi cama.-Llama a Leola.- sus mejillas estaba sonrosadas.
Nahuel solto una sonora carcajada al verlo, y Damon le golpeo el hombro entre enojado y avergonzado. No pude evitar reírme ya era hora de que mi hermanito le confesara sus sentimientos a mi mejor amiga, que por cierto estaba enamorada de él.
-OK.- tome mi celular de la mesilla de noche y le marque remarcando cuidadosamente que el organizador de la salida había sido Damon, apenas escucho su nombre me colgo para irse a arreglar.-Ya esta- le avise.
-Bueno hermanos vistanse con su mejor atuendo árabe porque vamos a bailar en una nueva disco- salió de mi recamara junto a Nahuel bailando como loco, parecía una serpiente.

Me tire en la cama dejando que las lágrimas se deslizaran por mis mejillas. Y caí en un profundo sueño. Desperte a eso de las siete tome una ducha y me vesti con un top pegado al cuerpo igual que mi pantalón sandalias altas, y el manto árabe que me había comprado la tía Rose, sujetado en mi cintura. Tome otro para colocarlo en mi cabeza al llegar a la discoteca.

-¿Lista?-inquirió Damon desde la puerta. Estaba guapisimo con un pantalón negro y una camisa en forma de túnica.
-Sí- respondí tomando mi bolso.- Vamos a bailar la danza del vientre- trate de sonar animada.

Bajamos y nos encontramos a mamá que correteaba a los pequeños de tres años Damien y Hakim quienes gritaban detrás de su mascota, un chiguagua llamado bindy.

-Mis amores...-susurro mamá atrapando al pequeño Damien- ¿A dónde van?-pregunto con una sonrisa.
-A una disco árabe-respondió Damon tomando a Hakim quien daba vueltas alrededor de él.

La puerta de la biblioteca se abrió y por ella salió el hombre más guapo del mundo o sea mi padre. Mamá lo miro con ojos soñadores, esa mirada que siempre había estado allí a lo largo de los años. Su amor era tan profundo que se sentía en el aire, él le devolvío la misma mirada.

-Bella... Hijos- nos saludo y mis hermanos se escaparon para ir a abrazarlo.
-Hola papá-lo saludamos mi gemelo y yo al mismo tiempo.
-Con que de fiesta- dijo pareciendo enojado.
Mi madre le palmeo el hombro.-Ya son mayores de edad Edward- advirtio cariñosamente guiñandonos un ojo.
-Muy cierto ma...-Damon empezo a aplaudir y a girar bailando alrededor de ella quien se carcajeaba, por su parte mi padre no pudo evitar reír. Mi hermano era tan bromista como el tío Emmet.
-Vamonos-apresure al nuevo bailarín de la familia.-Hasta luego- bese a mis padres y salimos rumbo al carro de mi hermano.

Pasamos a buscar a Leola quien estaba super emocionada y no paro de parlotear en todo el camino, acompañada de mi hermano que estaba emocionadisimo.
La noche iba a ser muy larga . . .

La famosa discoteca árabe, después de todo era bonita y muy acogedora estaba abarrotada, las personas se veían animadas. Hummm...tenía un buen ambiente.

Pedimos una mesa de seis personas, ya que Nahuel vendría con su "Noviecita". Leola noto mi molestia pero la convenci argumentando que estaba de mal humor.

-Buenas Noches- chillo alguien gire mi rostro para encontrarme a una rubia oxidada de cuerpo despampanante del brazo de mi hermano sonreía como tonta quiza ya sabía que se saco la lotería siendo novia de un Cullen.
-Hola-saludaron Leola y Damon.
-Un gusto-volvío a chillar la rubiecita.
-Rennesme- llamo mi hermano sacudiendo su mano frente a mis ojos- ¿estás dormida?- rió entre dientes.
-Eso creo- respondí volviendo a ignorarlo.
-Mucho gusto Rennesme he oído hablar maravillas de ti- me ofrecio su mano- Mi nombre es Ellie espero poder llevarme bien contigo- sus palabras y su rostro mostraban una sinceridad tan pura que no dude en apretar su mano. Encima de todo la rubiecita era la chica perfecta.
-Yo también lo espero- mostro una sonrisa en contra de mi voluntad.
-Sientense.-ofreció Leola con una sonrisa- El animador dijo que muy pronto empezara la función.
-Los árabes tienen una cultura asombrosa- susurro Nahuel maravillando.
-Cierto-coincido Damon-Su comida, música y bailes son únicos. Y sobre todo-casi gritó- Sus mujeres aunque un poco tapadas son muy hermosas.
La sonrisa de Leola se borro al escucharlo y sólo fue para que me carcajeara esos tontos tenían que declararse pronto o tendría que darles un pequeño empujoncito.
-Miren-indico Ellie- Parece que ya va dar inicio el show.

Pasaron unos cinco minutos y en el escenario aparecieron unas bailarinas, al principio cubiertas por sus mantos, pero poco a poco dejando ver el bellisimo vestido de la danza del vientre.

Los tambores retumbaron, y las personas salieron a bailar. Damon y Leola estaban danzando mientras una de las bailarinas hacia movimientos de cadera a su alrededor que mi amiga trataba de imitar.

-Te importa si te dejamos sola-susurro preocupado Nahuel sosteniendo la mano de Ellie quien se veía apenada.
Negue con la cabeza mostrándole una sonrisa sincera para tranquilizarlo.
Una nueva canción sono y muchas personas más se aglomeraron para danzar. Me entraron unas ganas enormes de hacer pipi y casi corri tropezando con algunas personas para llegar al baño.
Al salir de este con lo concurrido que estaba el lugar sentí una calor insoportable y me dirigi a la barra.

-Una piña coloda sin alcohol por favor- pedí al chico quien con una coqueta sonrisa fue a prepararla.
-Aqui tienes linda-me la entrego.-La casa invita.
-Gracias-susurre tomándomela de un trago alze mi mano en señal de despedida.
Camine hacia la mesa. En el trayecto un chico ya pasadísimo de copas no me dejaba pasar.
-Estás preciosa que tal si nos vamos a dar una vuelta-dijo tomándome de la cintura. Trate de zafarme pero era mucho más fuerte que yo.
-Suélteme- le exigi roja de rabia.
-Amor...-susurro una voz ardiente.-¿Sucede algo?-inquirió.
-No...-respondí y el chico solto mi cintura mirando perplejo a quien se encontraba tras de mí.
-Lo siento-balbuceo miedoso y salió disparado.
Mi salvador apreto mis caderas con sus grandes manos y un escalofrío recorrio mi espina dorsal, y porque no decirlo fue un latigazo que prendio mi cuerpo entero.-Bailemos querida-susurro muy cerca de mi oído.

Ya en el centro de la pista sin todavía ver su rostro, pero dejandome llevar por los impulsos o quizá por el imán que provocaba su cuerpo junto al mío, comenze a bailar moviendo mis caderas presionando nuestros cuerpos cada vez más, sus manos seguían sosteniendo mis caderas con poseción realice un movimiento sensual y gire inclinando mi espalda balanzeando mis caderas, utilizando el manto todavía sin ver su rostro. Realizando el baile sólo para aquel desconocido que tenía su mirada en mí.

Poco a poco se acerco a mí danzando como todo un profesional tomo mi manto y lo coloco entre nuestros rostros sin vernos, estaba deseperada y girando moviendo más mis caderas tire el manto al suelo y pude verlo.

Su piel morena-rojiza resaltaba sus facciones de niño pequeño, pero con una belleza varonil absoluta. Vestía un sueter negro con unos jeans ajustados que dejaban ver su hermoso cuerpo y su gran tamaño. Debía tener unos veinticinco años y era el hombre más hermoso, ardiente e interesante que jamás había conocido.

Deje de mirarlo y segui bailando hasta que al fin la canción termino. Se agacho con una elegancia increible para su tamaño y me entrego el manto sonriendo, no hice más que derretirme al admirar esa sonrisa tan sincera y esos dientes blancos tan perfectos contrastados con su piel rojiza y su hermoso cabello negro azabache.
Iba a preguntarle su nombre y sobre todo agradecerle haberme salvado pero parecio adivinarlo.

-Jacob Black-extendio su mano.-De nada.-rió y su risa fue música para mis oídos.
-Gracias.....Rennesmee Cullen-aprete su mano al tiempo que besaba su mejilla, me teñi de varias tonalidades de rojo al darme cuenta de lo que hacía.
-Debes tener más cuidado Princesa las barras de las discotecas casi siempre están llenas de borrachos impertinentes-me aconsejo.
-¿Princesa?-inquiri .
-Tu nombre es un travalenguas...-se rasco la frente frunciendo sus labios-Princesa te hace honor.
-Bonito...-Sonreí ese hombre si que era especial, no podía dejar de mirarlo y entre más lo miraba más interesante me parecía.
-Como tú-susurro.
Mi rostro debía parecer un poema, puesto que estaba asombrada por la sensualidad que desprendía aquel hombre.
-¿Tomas una limonada?-pregunto señalando una mesa.
Asentí.
Como todo un caballero me ayudo a tomar asiento y en un chasquido un mesero no estaba atendiendo, pedimos una limonada para mí y una soda para él.
-Es asombroso este lugar-comente para hacerle un poco de conversación quería saber todo de él.
¿Qué demonios me pasa?
Te gusta... jiji-rió la odiosa de mi conciencia.
¡Cállate!
-Me alegro-sonrió- Inverti muchos meses en este lugar.
-Eh...-tartamude asombrada-No entiendo. ¿Eres el propietario?
Asintió.
-¡OH! te felicito es demasiado de lindo y acogedor.-no supe que decir.
-Gracias...Creo que valio la pena todo el esfuezo.
Mientras el mesero colocaba nuestras bebidas. Jacob entrecerro los ojos amenazante mirando por encima de mi hombro.
-Te estabamos buscando Rennesme-hablo Nahuel.
-Pues aquí estoy-Sonreí tratando de alibianar el ambiente.
-Y usted es....-inquirió mi hermano con voz dura.
-Jacob Black-se presento estrechando su mano, se las aprentaron con fuerza por más tiempo de lo necesario mirandose como dos jaguares a punto de pelear.
-Nahuel Cullen-dijo mi hermano.
-Mi hermano...-susurre. Jacob sonrió con superioridad.
-Vámonos- me apresuro Nahuel. Estaba loco o qué.
-No- casi grite poniéndome de pie para encararlo que se creía.- Ire ahora- le de una mirada dura- Estoy hablando con Jacob.
-OK.-escupió entre dientes y se fue casi echando humo.
-Lo siento...No sé que le sucede, me cuida demasiado-trate de justificar su comportamiento sumamente apenada.
-No importa princesa-susurro deslizando sus dedos por mis mejillas.-Lo entiendo eres tan hermosa que dan ganas de encerrarte y no dejar que nadie más te vea-. Instintivamente me acerque un poco, inclino su cabeza y beso mi frente.

Su llamada me había tomado por sorpresa unos días antes, luego de aquella maravillosa noche no podía dejar de pensar en ese hombre tan imponente. Me estaba volviendo completamente loca, ya que hasta sueños humedos había tenido con él.

-¡AHHHHH!-gritó la escandalosa de Leola- ¡Santo Cielo! Así que resulto ser el dueño de la discoteca- comenzo a saltar como loca en mi cama.- Debes buscar tus mejores trapos amiga, como me lo describes ese hombre es hermoso y tienes que ir por él.- me apunto con su dedo índice.
-Lo es...No puedo expresar su belleza con palabras-logre pronunciar cada vez que recordaba su voz, su aliento, su calor; mi piel ardía en llamas..., y hasta me costaba hablar.

Luego de pasar aproximadamente dos horas sacando ropa para ver que me quedaba bien. Opte por un vestido hasta las rodillas straple cbubierto de puntos negrso a la altura de los senos y al final de él mismo, diseño exclusivo de mi tía Alice..., un bolso de mano y mis rizos recogidos en una coleta cofección de mi mejor amiga.

El restaurante al que me invitó para mi total asombro resulto estar cerrado, pensando que me habría equivocado de sucursal regrese a mi auto, pero antes de entrar un camarero me indico que pasará.

-El señor la está esperando señorita- anunció tomando mi abrigo e indicandome el camino.

Parado en el centro del aquel fino restaurante con un traje negro hecho a su medida se encontraba Jacob Black, al verme hizo una reverencia propia de todo un caballero y sonrió.
Mi mundo entero se detuvo con aquella sonrisa, allí en ese instante lo supe. Ese hombre sacaba cosas que jamás con nadie había sentido, no era yo al tenerlo cerca, le pertenecía. Estaba completamente segura que lo que él me pidiera se lo daría.

-Buenas noches princesa- saludó besando mi mejilla.
-Buenas noches- logre pronunciar su olor una mezcla exquisita de fragancia masculina combinada con su olor me desquiciaba.-¿Cómo has estado?-pregunte sentándome.
-Ahora que te veo a ti, maravillosamente- respondió sentándose frente a mí.
El rubor cubrio mis mejillas.
-¿Y a qué se debió la invitación?-inquirí.
-Necesitaba verte para hacerte una propuesta- respondió entrelazando nuestros dedos.
Empece a hiperventilar algo me decía que lo que venía a continuación cambiaría mi vida para siempre.
-¿De qué se trata?.
-Deseo que me acompañes a vacacionar a una isla que pertenece a mi familia.
-Pero Jacob...apenas nos acabamos de conocer, no crees que es muy pronto.
-Por lo mismo princesa necesito saber todo de ti.-besó mi mano.-Por favor no me rechases-pidió acarciando mi brazo.
Segura de que un hombre como él no rogaba como lo estaba haciendo, toda mi racionalidad se esfumo.
-Quiero conocerte Rennesme, no sé que me sucede contigo pero te necesito tan desesperandamente.
-No sé que decir...
-Sólo dime que aceptaras acompañarme en este viaje.
Completamente asombrada por la intensidad de sus palabras me quede sin habla.
Entonces......Date prisa él espera una respuesta y no haces más que mirarlo como si tuviera tres cabezas.
No sé que decir.
Ya lo dijiste paraces lora
¿Qué hago?
Pues otra oportunidad como está no se volvera a presentar....Vamos admitelo ese hombre te fascina, por no decir que estoy casi segura que ya estás irrebocablemete enamorada de él.
-Acepto.
Al diablo con la universidad ella podía esperar después de todo no se iría caminando.
-No sabes lo que significa esto para mí princesa- susurro poniendóse de pie tomandome en brazos y besando con ternura infinita mi cuello.
-Puedes llevarme al fin del mundo si deseas Jacob Black.- susurre acariciendo sus hombros.
Su sonrisa me cego e inclinando su cabeza poso sus labios sobre los míos. Lo que empezo con un beso lento un simple rose de labios, se convirtio en un fuego ardiente que recorría cada célula de mi cuerpo delinio mi labio inferior subsionandolo, abri mi boca su lengua traspaso explorando mi boca con deseo y empezo una batalla campal demostrandonos nuestro ardor, cuando el aire fue una verdadera necesidad nos separamos sonriedo dulcemente.
-No sé que me has hecho princesa...-susurro agitado- Sólo estoy seguro de una cosa serás solo mía.
Su tono posesivo me encanto, aunque algo muy dentro de mí dio una señal de alarma pero lo ignore, pues el momento era demasiado magico como para pensar tonterías.